domingo, 27 de noviembre de 2022

EPILEPSIA

La epilepsia es un trastorno cerebral en el que las personas que la padecen, tienen una actividad eléctrica cerebral anormal en la que sus neuronas envían señales erróneas, provocando de esta forma, convulsiones recurrentes. Aunque las causas de estas convulsiones no son del todo claras, lo cierto es que diferentes estudios apoyan la hipótesis de que el riesgo de padecimiento de este trastorno, se vería incrementado debido a factores genéticos hereditarios, a un traumatismo craneal o a una infección como la meningitis.

En lo que concierne a los síntomas, como ya hemos dicho, su principal signo son los episodios de convulsiones llamados ataques, cuyos tipos son los siguientes:

  • Convulsiones tonicoclónicas generalizadas (gran mal): este tipo de ataque afecta a todo el cerebro y durante la convulsión (en la que los músculos se agarrotan y se agitan y contraen), la persona puede perder el conocimiento, apretar con demasiada fuerza la mandíbula, morderse la lengua o relajar los esfínteres.
  • Crisis de ausencia (petit mal): este tipo de ataque también afecta a todo el cerebro, pero suele durar unos segundos, tiempo en el que la persona posee mirada ausente, deja de hablar o moverse repentinamente y se evade de su entorno.
  • Crisis parciales (focales): a diferencia de los anteriores episodios de convulsiones, en este tipo de ataques solo se ve afectada una parte del cerebro, por lo que, dependiendo de la ubicación de la convulsión, los síntomas serán diferentes; por ejemplo, una crisis parcial puede afectar al área cerebral responsable de los sentidos, se producirían cambios en la visión, oído, olfato...
Por lo general, este trastorno será tratado con medicamentos anticonvulsivos, los cuales dependerán de la frecuencia de las convulsiones, la fuerza de las mismas, la edad y el estado general de salud del paciente. En cuanto a los efectos secundarios de este tratamiento encontramos mareos, fatiga, problemas de memoria... Es importante destacar la importancia de no beber alcohol, ya que puede agravar las convulsiones además de interceder negativamente con la medicación.

En caso de que estos medicamentos no resulten efectivos con las convulsiones, el facultativo podrá recomendar al paciente la realización de una cirugía, la cual sería de gran efectividad de saber el área de cerebro en la que tienen lugar las convulsiones. 

Otro tipo de terapia sería la estimulación del nervio vago del cuello, la cual se realizaría a través de un implante introducido bajo la piel del pecho, que enviaría impulsos eléctricos a este nervio para controlar las convulsiones.

Para finalizar, cabe recalcar que si somos testigos de un ataque epiléptico, deberemos mantener la calma y no intentar que la persona no se agite ni forzar su boca para abrirla. En su lugar deberemos apartar de ella los elementos con los que se pueda causar una lesión si se cae o se tropieza con ellos, colocarla en posición lateral de seguridad y colocar una almohada debajo de su cabeza. La mayoría de convulsiones no ponen en riesgo la vida, por lo que no sería necesario avisar a los servicios de emergencia, a no ser que el ataque durase más de 5 minutos.


Ilustración de una convulsión. Imagen sacada de:
https://www.fesemi.org/informacion-pacientes/conozca-mejor-su-enfermedad/convulsiones-epilepsia


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Epilepsia. Brain and Nerves [Internet]. 2002 [Consultado 15 Nov 2022]; Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/epilepsy.html

Epilepsia [Internet]. familydoctor.org. 1994 [Consultado 15 Nov 2022]. Disponible en: https://es.familydoctor.org/condicion/epilepsia-es/?adfree=true