Como ya explicamos anteriormente, la EM es una enfermedad autoinmune en la que los anticuerpos atacan a las neuronas destruyendo la vaina de mielina que las rodea, imposibilitando o dificultando de este modo, el intercambio de información cerebro-cuerpo y viceversa.
Hay 4 tipos distintos de EM, que reciben su nombre de acuerdo con el avance de los síntomas con el paso del tiempo:
- Esclerosis Múltiple recurrente-remitente: sus síntomas aparecen en forma de ataques, y en los períodos de remisión entre los ataques, las personas se recuperan o vuelven a su estado de discapacidad habitual. Una persona con EM puede estar en un período de remisión durante semanas, meses o incluso años hasta que tenga una recaída. A la mayoría de pacientes de EM se les diagnostica este tipo de enfermedad en sus estados iniciales. Este tipo de Esclerosis puede evolucionar al siguiente, si no se trata adecuadamente.
- Esclerosis Múltiple secundaria-progresiva: consiste en una evolución de desarrollo de síntomas de manera gradual y constante, además de un deterioro de las funciones con el paso del tiempo tras, previamente haber sufrido ataques.
- Esclerosis Múltiple primaria-progresiva: en ella se produce un deterioro progresivo de los síntomas desde el inicio sin ninguna recaída significativa.
- Esclerosis Múltiple progresiva-recurrente: a diferencia de la anterior, se caracteriza por un deterioro constante de los síntomas desde el inicio con la existencia de recaídas agudas.
- Cabe destacar una variante rara de la EM llamada variante Marburg la cual producirá un deterioro de las funciones y síntomas rápidos e implacables.
- Para tratar los ataques, el tratamiento farmacológico se basa en la administración de corticoesteroides (tanto orales como intravenosos, cuya finalidad es suprimir la actividad del sistema inmunitario además de reducir la inflamación) y el intercambio de plasma o plasmaférisis (técnica consistente en la separación de componentes malignos del plasma de la sangre).
- En lo que respecta a tipos de tratamientos modificadores de la enfermedad, podemos destacar los siguientes que tienen una duración a largo plazo:
- Interferones Beta: son medicamentos formados por un grupo de proteínas que regulan las células inmunitarias. Entre sus efectos secundarios, podemos encontrar el padecimiento de síntomas como los de la gripe, depresión o pueden causar un daño hepático grave.
- Acetato de glatiramer: su 'modus operandi' consiste en bloquear los anticuerpos que dañan la mielina.
- Natalizumab: funciona evitando que los anticuerpos ingresen al cerebro y a la médula espinal. Puede tener efectos secundarios graves como el aumento de contagio de una infección cerebral potencialmente mortal.
- Mitoxantrona: se recomienda para los casos especialmente graves de EM. Este medicamento debe considerarse como último recurso ya que sus efectos secundarios son muy graves y puede producir tipos de cánceres de la sangre.
- Por último, destacar el tratamiento no farmacológico, en el cual la terapia física y la terapia del habla, pueden ayudar con creces a los pacientes de EM al mejorar su capacidad para andar y moverse así como controlar mejor los músculos de la deglución o del lenguaje.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Esclerosis múltiple. Bones, Joints and Muscles [Internet]. 2002 [Consultado 13 Nov 2022]; Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/multiplesclerosis.html
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