El diencéfalo se divide en partes bien diferenciadas: el tálamo, el hipotálamo, el epitálamo y el subtálamo.
El tálamo es la mayor estructura del diencéfalo, actúa sobre todo como un centro de transmisión a través del cual toda la información sensitiva, salvo la olfativa, pasa hacia el cerebro.
El hipotálamo representa la porción más inferior y anterior del diencéfalo, está situado por debajo del tálamo formando así el suelo y paredes del tercer ventrículo. Por su parte anterior se relaciona con la hipófisis creando una circulación hipotálamo-hipofisaria. Sus núcleos se ocupan de la regulación del ritmo vital y de las constantes del medio interno.
El epitálamo se ubica de la parte más dorsal y posterior del diencéfalo. Esta estructura adquiere una gran importancia por ser donde se sitúa la glándula pineal, una glándula endocrina que tiene como función principal la regulación de los ritmos circadianos (cambios físicos, mentales y conductuales que acompañan un ciclo diario).
Y por último el subtálamo representa la región que se encuentra en la porción inferior al tálamo y en él reside el punto de control principal de la motilidad.
Toda esta información y el diencéfalo de manera más amplia aparece en el siguiente video:
1. Manual de bases biológicas del comportamiento humano. [Internet]. Montevideo, Uruguay: Universidad de la República ; 2011. [consultado en noviembre 2022]. Disponible en:
https://hdl.handle.net/20.500.12008/21091
2. Silva IGA, Marinho ACS, Vieira BM, Cavalcante Filho CA, Abreu DB, Carneiro GCA, et al. DIENCÉFALO. En: MANUAL DE NEUROANATOMÍA DA LANI. EDITORA CRV; 2021. p. 147–68.