martes, 29 de noviembre de 2022

HEMATOMAS INTRACRANEALES

Las meninges, como se ha explicado con anterioridad en diversas partes del blog, se tratan de tres capas de tejido conectivo que protegen al encéfalo y médula espinal (es decir, al sistema nervioso central) denominadas duramadre, aracnoides y piamadre. Entre estas estructuras podemos diferenciar distintos espacios entre ellas. Entre la zona endocraneal y la duramadre se encuentra el espacio epidural, entre la duramadre y la aracnoides se encuentra el espacio subdural, y por último, entre la aracnoides y la piamadre, el espacio subaracnoideo.
CLASIFICACIÓN
Cuando hablamos de un hematoma abierto, nos referimos a aquel donde se produce una rotura de la duramadre, apareciendo con la misma, riesgo de infección intracraneal; y cerrado, donde no hay rotura de la meninge más externa, sin riesgo de infección. Además, la duración de la pérdida de la conciencia y la amnesia postraumática son los mejores marcadores de la gravedad del hematoma.
De esta manera, se presentan los tres posibles hematomas:
HEMATOMA EPIDURAL
Como su propio nombre indica, sucede en el espacio epidural, es provocado por lesiones de venas o arterias meníngeas y crea una hemorragia con forma biconvexa. La acumulación de sangre provocaría el desolapamiento de la lámina externa de la duramadre con la parte interna del cráneo, provocando una compresión cerebral y por lo tanto un aumento de la presión intracraneal.
Habitualmente esta hemorragia se produce por la rotura de la arteria meníngea media y la ubicación más frecuente de este hematoma será en la porción escamosa del hueso temporal.
En cuanto a las manifestaciones clínicas, el hematoma epidural se caracteriza por un intervalo lúcido (pudiendo durar de horas a días) y por signos de HTIC (midriasis ipsilateral y deterioro del nivel de conciencia). Cuando se produce el traumatismo, se realizaría una craneotomía de urgencia, con una mortalidad postoperatoria de entre 16-32%.



Cavallini James

HEMATOMA SUBDURAL
Se trata de una hemorragia que se ubica entre el aracnoides y  la duramadre con forma de semiluna, resultado del desgarro de venas cerebrales superiores. La localización más frecuente es en la región frontotemporal, en general, por un golpe en la parte anterior o posterior de la cabeza. Esta afección puede ser bilateral.
La clínica de este tipo de hematomas se muestra más agravada, incluyendo la somnolencia o coma desde el momento que se produce la lesión. También es necesario destacar que el riesgo de la mortalidad postoperatoria aumenta hasta un 40-50%.
Según la aparición de los síntomas, podemos clasificar los hematomas subdurales en agudos (los síntomas aparecen con rapidez después del evento traumático), subagudos (tardan días o varias horas) y crónicos (el cuadro de síntomas se desarrollará durante meses, incluso años).
 

HEMATOMA SUBARACNOIDEO
Se ubica en el espacio subaracnoideo y su causa más frecuente no es la traumática, sino la rotura de aneurismas (abultamientos en las paredes de las venas) saculares intracraneales cerebrales. 
Las manifestaciones clínicas comprenden desde una cefalea muy intensa de comienzo brusco que puede derivar en estupor o coma, a rigidez en la nuca y vómitos. 
 Lenaerts M, Couch J. En Atlas of Clinical Neurology.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Mao G. Hematomas intracraneales [Internet]. Manual MSD versión para público general. [citado en noviembre 2022]. Disponible en:
https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/traumatismos-y-envenenamientos/traumatismos-craneales/hematomas-intracraneales
2. Heiskanen O. Epidural hematoma. Surg Neurol. [Internet] 1975 [citado en noviembre 2022] Jul;4(1):23-6. Disponible en:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/1166398/